miércoles, 21 de noviembre de 2007

Amazonas

Despidiendome de Arturo y Paul en Lima me monte al avion que cruzaria la cordillera andina para aterrizar despues en el bochorno humedo de la cuenca del amazonas, en Iquitos. Ya con amigo conosido en el avion, Cesar, fuimos para su casa donde su queridisima familia me recibio para quedarme en la habitacion del piso aun en construccion por unos dias. Iquitos me sorprendio con un rio amazonas bajito por estar finalizando la temporada de lluvia, un mercado repleto de cosas animales comestibles extraños y una que otra fruta desconosida, muchas motos y buen ambiente.
Trepados en la moto con Cesar fuimos a explorar la region, lagunas, quebradas negras, aguas blancas, pozos con el inmenso Paiche o pirarucu (pez de agua dulce mas grande del mundo), jaguares, pumas, delfines bufeos (rosados, que sale hay veces vestido con un sombrero de Raya y se lleva a las niñas), monos, y millones de loros. Tambien probando de toda tipo de cosas, como el ceviche de paiche, diferentes tipos de pescados, unos gusanos y jugos. Tambien acompañe a Cesar a donde el shaman de su familia, con que tambien charlamos un poquito y me limpio de males. Entre esos dias tambien me toco el dia de senso, dia en que todo peruando le tocaba quedarse en casa hasta que pasara el contador, cuantos Peruanos habra????
Por la ley seca respecto al senso no cumplio Iquitos con la fama de ciudad rumbera, pero todo bien.

Al cabo de 4 dias colgue mi hamaquita en el barco que me llevaria en 3 dias a la frontera con Colombia. Resultaba que estaba rodeados de colombianos con que hizimos una especie de clan para protegernos de los choritos que andaban por ahi. El barco tal como se habia comentado, sucio, con un solo baño en el piso y con comida mediocre. Pero aun asi disfrute estar eso dias viendo pasar la selva desde mi hamaca y leyendo una cronica de un viajero aleman por el rio Caqueta en Colombia. Llegando a Leticia, con la lectura terminada, me hospede en un pequeño hospedaje. Caminando por el pueblo me llegaron algunos recuerdos de mi ultima visita hace posiblemente 12 años. Procurando una lectura para los proximos casi 2000 km en barco para llegar al atlantico pase a Tabatinga. Sellando mi pasaporte y averiguando los barcos para Manaus no encontre ni una sola Libreria para comprar un libro y empezar a intrometerme en la lingua portuguesa. Volviendo a Leticia encontre solo una Libreria en que no habia mucho. En la Biblioteca municipal me informaron de que tal vez conseguia libros en la universidad nacional o en una cede de parques naturales. En la busqueda me hize amigo de los de la universidad, que me dieron muchas ideas, me ofrecieron ir con ellos para Puerto Nariño, me llevaron a percibir el programa de radio que ellos llevan, cosa que ese dia no funciono, me mostraron el local mas chevere donde ellos parchan, lugar con una pizza deliciosa con la masa de la yuca brava, y me ayudaron en el tramite para fotocopiar el libro aconsejado por todo, la biblia del amazonas etnobotanico con 600 paginas. Aceptando la invitacion resulte llendo para Puerto Nariño, quedandome en la casa de la fundacion, y paseando por todo lado ahi. Tambien nos acompaño una suiza y una belga. Y como Luisa Fernanda empezaba su tesis ahi y tampoco conosia nos reunimos para ir en lanchita a la laguna de tarapoto, un hermoso lugar con delfines, y una floresta gigante. Desde los miradores se pudo percibir toda la region.

Equipado con 600 paginas con las aventuras y descubrimientos de Richard Evans Schultes, un etnobotanico que se aventuro 12 años por todo el amazonas en busca de entender la vegetacion, su uso, y los indigenas. La mayoria de esos 12 años se las paso en las selvas Colombianas, por el Rio Caqueta, Putumayo y Vaupez me embarque para la travesia del rio Solemões durante 4 dias hasta Manaus. El libro fue escrito por su aprendiz Wade Davis, que tambien va contando sus propias aventuras complementando el trabajo de Schultes. Entre la profunda lectura reunimos un buen grupito con dos gringos un australiano (que atravezaba el amazonas con su tabla de surf) y unos pelaos brasileros, con que haciamos ejercicio y jugabamos Capoeira en el tercer piso del barco. El barco estaba llenito pero estaba bien. Por falta de tiempo y de preparacion decidi no internarme en la selva como lo habia planeado, dejando ese paseo para otro dia con mas calma. Aun asi estuve ese tiempo en el barco con la cabeza metida en la selva acompañando la lectura, entendiendo las diferentes plantas y sus usos, la historia del caucho con la reduccion de la poblacion indigena entre el Rio Putumayo y el Caqueta de casi 100000 a 6000 en solo 8 años por la casa Arana, el uso de la hoja de la coca por los indigenas desde la Sierra Nevada de Santa Marta con sus poporos hasta Bolivia con sus piedras de cal, los uso del curare, el veneno usado para la caza, la ayahuasca y muchas mas. En otras palabras, como los consejos de los de la Nacional de Leticia, el libro perfecto para esa travesia.

Llegando a Manaus me quede una noche, despues de ver el la linea de diferentes aguas del Rio Solimões y el Rio Negro, y camine un poco por la ciudad sin pagar para ver la conocida opera, sabiendo ya su precio.

Por la tarde me embarque de nuevo en direccion para Santarem, en el barco que sigue para Belem, acompañado de uno de los gringos y el australiano. En el barco conosi a un colombiano viejero a punta de artesania. Con el se tuvo interesantes conversas. Aun este barco no era tan agradable como el anterior, la comida no era tan buena y habia menos espacio. Estaba contento de llegar a Santarem porque no queria seguir en ese barco. En Santarem no me quede mucho, sino segui para Alter do Chao, un pueblito a una hora. La sorpresa fue grande, cuando al llegar me di cuenta de que habia llegado al Caribe, si, al caribe, pero eso en mitad del Amazonas. Este, un pueblo de fin de semana y vacaciones de los Brasileros, es un sitio lleno de playas con agua dulce, provenientes del rio Tapajos. Despues de dos dias disfrutando de esa zona, y comprobando con la careta y la agua mas o menos clara que las rayas se parecen mas a las del pacifico que las del atlantico, como se piensa que fluian las aguas del amazonas antes de la crecida de los andes, me embarque para seguir mi trayecto hasta Belem, esta vez en el peor de los barcos usados en el Brasil, tanto que me enferme con la comida y pase la noche apunta de retorcimientos estomacales. Llegando a Belem, viendo que el rio que me acompaño todo este tiempo ya parecia mas un mar que un rio, sin ver los horizontes, logre acabar el libro.
Una noche en Belem, ciudad clandestina donde solo hay gente muy extraña en las calles mal iluminadas de noche, y de dia con un comercio exajerado y un mercado para locos. Aun asi se le encuentra un encanto a esta ciudad mistica que representa el encuentro del rio mas caudaloso del mundo con el mar. En el gardin zoobotanico, parque bien agradable, pude ver el manati del amazonas, uno de los animales mas interesantes que he visto. Ya en la terminal de salida me volvi a encontrar con el parcero colombiano, que tambien decidio venir para São Luis...

martes, 6 de noviembre de 2007

Señal de vida

No me he conectado casi a internet, primero porque en la jungla no habia como, y ahora ando con mucho movimiento para llegar a Salvador...
cuando llegue ahi ya sera la gran actualizacion.....
en unos dias